jueves, 25 de julio de 2019

Stones, la canción que pide un bandoneón -No apto para exégetas-


       Por Juan Martín Nogueira

     Desde la primera vez que la escuché, Stones me pareció la mejor canción de Western Stars, el último disco de Bruce Springsteen.
    Tiene unos arreglos fantásticos y una melodía hermosa, que no necesita muchos esfuerzos para cantarla, sino susurrar el sentimiento tal como sucede en Streets of Philadelphia, Blood Brothers o Secret Garden. Hay mucho de Bruce allí,  de su esencia, de sus viejas canciones sentimentales.
    Esas mentiras que pesan como piedras en Stones también pueden sentirse en el amante herido en I Wish I Were Blind, o aquel que propone un último baile a la amante que no se resigna a no poder volver al pasado en Hearts of Stone, o aquel que se muere por volver a los brazos de su amada en Back In Your Arms.
   En todas esas hay un desgarro inmenso en el corazón, se siente en la voz de Bruce y en la melodía que explota por momentos en un pop rock intenso.
    Pero en Stones hay algo más, algo que busca otros horizontes.  Se percibe una búsqueda que necesita otras respuestas. Las venas se rompen y sucede algo inesperado, al menos para mí.
    Minuto 3:48 se abre un momento de violín a cargo del versátil músico mexicano Luis Villalobos, que se mantendrá con distintos matices e intensidades hasta el final.
     Esto me hace sentir que esa canción concilia misteriosamente con el sentimiento rioplatense. Esos cambios de ritmo y vuelos musicales que se logran con el violín de Villalobos se unen claramente con el tango, ese que sobrevuela laberintos en las calles de Buenos Aires, ese que abre el espacio en el arrabal.
    Después de varias escuchas y quedándome tarareando su melodía y sobre todo cuando aparece el violín aludido, ahí me di cuenta que esta canción se abre de la misma manera que esos tangos, quedando el espacio para un bandoneón que quedaría bárbaro, para darle más intensidad y texturas a ese final, para generar ese diálogo entre los instrumentos que represente la dialéctica que propone la canción,  entre el amor y la mentira.
     Le sumaría a ese violín de Villalobos el bandoneón de Piazzola y esa canción sería perfecta.
     
Podes escuchar Stones aquí:
   YouTube  https://youtu.be/0u2WuD_321E
    Spotify
 https://open.spotify.com/track/4RJjxFnUWa1ZWxUiqZ3ZJN?si=Czkd5s-wQOiKm7TLrsK35Q

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