jueves, 22 de octubre de 2015

Entrevista: GREETINGS FROM MÉXICO


Como parte de nuestro proyecto de contextualizar la música de Bruce con ojos latinoamericanos, nos fuimos hasta México en esos viajes que nos permite hoy la tecnología, para entrevistar a una gran fan del Boss MARÍA DE JESÚS ÁVILA, con quien mantuvimos un enriquecedor diálogo en aspectos que conectan con esta pasión universal. 


Por Johnnyland especial para Greetings


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"...hay encuentros en la vida que te marcan y su música y él es uno de ellos, fue un encuentro que se tenía que dar, la buena música tiene un poder transformador y la de Bruce es una que también explora la identidad personal y colectiva..."



Carros Usados


Hola María!!!, ante todo muchísimas gracias por darnos un poco de tu tiempo, y poder así compartir con todos los fans del Boss algunas de las razones de esta pasión que seguimos alimentando.

 -No por favor, ante todo muchísimas gracias a ustedes por esta oportunidad, me hace muy feliz colaborar con ustedes.

Contanos: ¿En qué parte de México vivís?

-Vivo en la ciudad de Durango, al norte de México. Greetings from Durango!

Uh qué interesante, serías la primer y única fan que conocemos de allí, no hay dudas de que el boss está en todos lados jeje!!



Durango es uno de los treinta y un estados que, junto con el Distrito Federal, conforman las treinta y dos entidades federativas de México.Limita al norte con el estado de Chihuahua, al este con los estados de Coahuila y Zacatecas, al sur con Nayarit, y al oeste con Sinaloa. Ocupa el cuarto lugar nacional en superficie entre los treinta y un estados mexicanos. Se divide en 39 municipios. Su capital es la ciudad homónima: Durango, aunque su nombre oficial es Victoria de Durango en honor al primer presidente de México, Guadalupe Victoria, quien fue originario de este estado.


¿Cuántos años tienes? ¿A qué te dedicas?

-Tengo veinticinco años y hago cortometrajes y trabajos audiovisuales. Uno de mis clips aparece en Springsteen & I. Mi clip es uno del concierto en México, aparece por breves segundos. Por cierto, me hubiese gustado ver más voces latinoamericanas en el documental.



¿Cómo llega la música de Bruce a tu vida? ¿Cuál fue tu primer disco?

-Yo no era particularmente una persona musical, y cuando lo empecé a ser, descubrí por el bendito internet a muchas bandas y músicos, incluido a Bruce, esto fue en 2011, vi su nombre y me llamó muchísimo la atención, sabía que era un tipo que hacía conciertos maratónicos pero ni siquiera podía asociarlo a un rostro o a un sonido. Escuché su obra de manera cronológica y vi sus fotos de una manera parecida. Lo primero que noté y me gustó fue el sonido, pero si te soy sincera, había muchas cosas en las canciones que no entendía con ese acento de New Jersey hasta que las escuchaba una y otra y otra vez, cuando supe de qué trataban las canciones, me enamoré completamente.
Los primeros discos que tuve físicamente en mis manos fueron Wrecking Ball y The Promise.


Bobby Jean


¿Cómo es ser un seguidor del Boss en tu ciudad? ¿Tenés contacto con otros fanáticos?

-Ya sabes, algo poco común (risas). Sólo conozco a otro admirador que me ha contado alguna experiencia (Oliver, cuyas fotos acompañan este texto). Pero Greetings from Argentina es lo más cercano al contacto con otras y otros admiradores que he tenido. Por eso lo considero muy importante.

¿Lo difunden en México? ¿Es conocido para la gente?

-No hay difusión en los medios comerciales. Sintonizas la radio, en alguna programación de oldies o rock y podrán pasar a muchísimos artistas pero no a él. Algo parecido pasa en la tele. Sólo lo conocen los melómanos.
Luego me ha tocado hacer una especie de evangelización brucera entre los míos.


La Tierra Prometida


¿A pesar de ciertos contextos culturales bien distintos, pensás que la música de Bruce trasciende fronteras?

-En mi opinión sí lo hace. Muchas personas nos identificamos con los personajes y sus historias, las cuales exploran temas personales que de igual manera le hablan a la mayoría de la condición humana. Lo que he notado y si no fuera así me corriges, es la ausencia de personas de Oriente, Rusia o incluso la comunidad afroamericana. No sabría decir hasta dónde se extiende su universalidad.
Su obra habla de la brecha que siempre ha existido entre el “sueño americano” y la realidad, a través de dramas domésticos, viajes en carreteras y diversos escenarios, desde los pantanos de Jersey hasta el sur del Río Grande, dentro de estos espacios interpretativos, Bruce crea un diálogo y comunicación no sólo entre los admiradores sino entre él como intérprete y nosotros como audiencia, existe también un diálogo entre él y su cultura mediado por personajes ficticios. Su música es una forma de mirar a la historia para tratar de entender cómo las vidas de las personas han sido moldeadas por las condiciones a su alrededor y por fuerzas más allá de su control, es en ese sentido que cualquier persona se puede sentir identificada de acuerdo a la historia social y política del lugar donde nació y vive.


¿Sentís que Durango es tu hometown o bien aquella de la que hay que escapar por el camino del trueno para abrazar los sueños? muy profunda esta pregunta no?? jeje

-Creo que ahora estoy en medio de esa experiencia, tengo sentimientos ambivalentes así que supongo que es ambas. Durango es una ciudad con conflictos como muchas otras y he visto cómo ha cambiado para bien y para mal. Doy la batalla en mi ciudad natal pero muchas veces volteo a ver hacia la carretera del trueno con los ojos del personaje principal de la canción.



La Carretera del Trueno



¿Tenés alguna teoría de por qué Bruce no es artista masivo en Latinoámerica, a diferencia del resto del mundo?

-Aún no entiendo del todo por qué ha sucedido esto pero creo que el hecho de que no haya visitado nuestras tierras como lo ha hecho en Europa tiene mucho que ver. Supongo que si hubiese venido allá por el 75 cuando hicieron la gira del Born to Run -y como decimos en México- otro gallo cantaría. Por lo que he escuchado nunca fue sintonizado asiduamente en la radio y en otros medios su difusión era promedio o poca.



Al principio de la entrevista te apenabas de la ausencia de presencia latinoamericana en el documental Springsteen & I, ¿por qué pensas que hubo pocas voces latinoamericanas?, ¿habrá sido una decisión de la productora o malo el material enviado por nosotros?. Si nos consta que desde la productora estuvieron buscando videos de esta parte del mundo, de hecho nos contactaron en Greetings para dar una mano en esa tarea, y sabemos que muchos fans enviaron su video.

Pudieron haber sido varias razones: el material no concordaba con la visión de Baillie Walsh (el director) y claramente prefirieron darle más peso a las historias de los fans estadounidenses e ingleses. Fue raro que tampoco se tomara en cuenta a los fans españoles, siendo que son muy numerosos. Es una pena que no se haya incorporado el material enviado desde Latinoamérica, me gustaría verlo, no creo que sea malo. Si te fijas, el tipo de historia representada en la película es recurrente: es la de todos aquellos fans que han asistido a un show en vivo y cuyas vidas han sido tocadas a partir de esa experiencia, y luego vemos que estos clips se entrelazan con videos vintage de algunos conciertos, parece que trataron de enfatizar ese elemento de la experiencia en directo, incluso mi clip seleccionado fue precisamente el del concierto. Y luego está el hecho de que casi todos son blue collars (denominación inglesa que se identifica con trabajadores de la clase obrera)

         Por ahí hay un video que se hizo para Springsteen & I sobre una familia, el material está muy producido y es buenísimo y aun si no fue elegido, supongo que fue porque los fans no encajan en el perfil de los demás https://youtu.be/ePa7QtZRQQ4   


¿Que te pareció el documental desde tu perspectiva como directora de cine?

-Creo que es una valiosa contribución para el fenómeno cultural llamado Bruce Springsteen, es histórico porque sirve como registro para los años venideros y es único como experiencia para los fans y como modelo de documental participativo. Narra de forma cómica, conmovedora, excitante y profunda historias con las que muchos fans nos podemos identificar, así que el sentido de identidad vuelve a estar presente. Es a la vez, una introducción para los no fans. Sin embargo, faltó la voz de los fans internacionales y latinoamericanos. Quizás deberíamos hacer nuestro propio Springsteen y Yo!!!

Jaja, tomamos nota de esto, ya tenemos directora no?

-Cuando quieran!!!


¿Cómo ves esa visión tan norteamericana que se tiene de su figura, expuesta con sentido muy peyorativo?

-Mi interpretación es la malinterpretación de su canción más sonada: Born in the USA. Creo que muchas personas –particularmente las que no son de EUA – le conocen principalmente por el sencillo y el video, y si para el caso lo han visto y oído superficialmente, entonces podrían quedarse con la idea de que él es la representación del patriotismo, el patriarcado, la clase obrera blanca, el hombre cis género heterosexual y en sí toda la manifestación y encarnación de los “valores” de Estados Unidos (nótese que uso EUA porque América somos todo el continente), el capitalismo y la producción de masas, el “self-made man” convertido en héroe de masas. Pero si se dieran la oportunidad de escuchar a fondo todo el Born in the USA (y demás obras), encontrarían que es una declaración conflictuada que pone en entredicho los valores y patriotismo oficial. Yo misma la malinterpreté cuando la escuchaba por primera vez, creía que era un canto patriótico y de celebración, “Born in the USA”… y hasta racista “to kill the yellow man”? sin darme cuenta que justo desde el principio la canción comienza con un grito de reproche.
Lo interesante es que algunas de las cosas que he mencionado arriba han terminado siendo la descripción de quién es Bruce Springsteen para el público general actualmente, para mí es una persona cuyo canto es el de muchas otras.


¿Cómo ves este espacio latinoamericano que estamos tratando de consolidar?

-Lo veo como una oportunidad para construir comunidad y que muchas voces nos expresemos y nos encontremos desde todos los puntos de América. Me han encantado todas sus iniciativas, desde el blog, la revista, el disco tributo, las reuniones.



La música del Boss ¿ha inspirado tu vida, te ha acompañado en algún momento especial, o bien te ayudó a tomar alguna decisión importante?

-We learned more from a three minute record baby than we ever learned in school.

Creo que hay muchos temas en su música que resuenan con mi forma de pensar, como el arte como salvación y redención, comunidad, pertenencia y el sentido festivo de la vida.
Su música llegó a mí en un momento en el que me recordó que yo también quería contar historias y me ha inspirado en ese sentido. Luego hay veces en que pienso: ¿Y qué haría Bruce si estuviera en mi lugar? Jajaja así que se ha convertido en un rol a seguir.
Aquel concierto en México y su hermosa y poderosa presencia me ayudaron cuando estaba en medio de una crisis personal, puedo decir que su música fue parte de un proceso de curación.


Días de Gloria



¿Algún álbum favorito? ¿Por algún motivo en especial?

-Darkness on the Edge of Town, seguido muy de cerca por Born to Run, The River y Born in the USA. El Darkness es implacable y desgarrador, representado en letras y sonido, ahí parece que sus personajes se enfrentan al momento crucial, a la vida real, a crecer, a reconocer sus faltas y culpas, pero con todo y eso aún existe un pequeño atisbo de esperanza y luz dentro de esa oscuridad al filo de la ciudad.
Hace años escuchaba la música de Bruce identificándome con ciertas partes como en Growin’ Up, Used Cars, Mansion on the Hill o Dancing in the Dark, pero poco sabía que con el paso del tiempo me iba a ver mucho más reflejada en el espejo de Adam Raised a Cain, The Promise o Factory, sólo puedo decir que crecer y convertirse en adulto duele.  Me reconozco en algunos versos, no quiero que me den las llaves del Cadillac de mi papá, he heredado las faltas de mis padres, no quiero despertar en un mundo que les pertenece y gobiernan otros. Señor, no soy una niña, soy una mujer y creo en la tierra prometida, para mí representa un grito de resistencia contra los sistemas opresores que le han dado forma a mi realidad y a una parte de mi vida. Es muy peculiar que en el caso de Bruce, haya superado sus condiciones de vida de la clase trabajadora por medio de su pasión y labor musical, la cual habla precisamente de la brecha entre el sueño americano y la realidad.

Si te dijera que Bruce te va a tocar una canción ¿Cuál elegirías?

-¡Creo que en realidad ya pasó! Me refiero a que en los conciertos sientes como si te estuviera cantando a ti en específico y no es porque estés alucinando, ¡es porque sucede! Pero hipotéticamente hablando, creo que invitaría a otros para que se me unieran y elegiría This Hard Land, la cual resuena mucho en mí.


Esta Dura Tierra




¿Qué te llega o te inspira más: las letras o las melodías de Bruce?

-Lo que amo profundamente son las letras. Amo cómo te cuentan una historia con la cual te puedes relacionar e incluso si no puedes, aun puedes conmoverte o sentirte retado por ellas. Te ofrecen la posibilidad de aproximarte a grandes temas humanos a través de las historias de personas ordinarias y sus relaciones, sus miedos, sueños y esperanzas. Algunas de sus canciones son reflejos de mis propias experiencias o de aquellos cercanos a mí. Por ejemplo, relaciono el arduo trabajo descrito en Factory con mi papa pese a que él nunca ha trabajado en una fábrica y lo que pasa en The Wish es algo muy parecido a cómo veía yo a mi mamá cuando era pequeña y cómo fue que me dio un regalo significativo.
Considero como obras maestras algunas canciones como Youngstown o Highway Patrolman por la combinación de letras y sonido.


¿Lo viste en directo alguna vez? ¿Fuiste a su primera presentación en México? Contanos como fue ese concierto histórico, alguna anécdota que recuerdes.

-Es curioso cómo reconstruyes tus anécdotas, primero que nada, asistir a un concierto de Bruce y la E Street era uno de mis más grandes sueños (aún lo sigue siendo) y aquel día se volvió realidad y superó mis expectativas. Yo sólo les puedo tratar de contar lo que vi, sentí e hice aquel 10 de diciembre de 2012… después de viajar doce horas en autobús a la Ciudad de México, llegamos al hotel donde conozco a Nancy y a Bob, para mí es una experiencia increíble porque es la primera vez que me encuentro con admiradores de Bruce. Luego conozco y me hermano con muchas bellas personas: Brenda, Javier, Celim, Mike, quienes me comparten anécdotas e ilusiones (creo que el conocer a otras y otros admiradores de Bruce es parte del regalo de ese día)… una espera que se hace larga y corta a la vez, nervios, alegrías, un número 5 en el dorso de mi mano que indica mi lugar en el pit, esperar frente al escenario, cansancio momentáneo, cuando empiezan a subir uno a uno: Nils, Soozie, Gary, Max, Stevie, Jake, Roy y por último Bruce, aunque la memoria me traiciona, ese momento no me lo arrebata, no lo olvido ¿Qué si estoy en el mismo lugar que él? ¿Qué si estoy respirando el mismo aire que él? Qué si… one, two, three, four... un estallido retumba por el recinto y de inmediato estamos saltando al ritmo de una canción que comienzo a cantar sin estar del todo enterada de cuál es cuando de repente pienso: <<Claro, ¡es Badlands!>> ¡Adiós cansancio! Como todo un maestro del escenario, Bruce se desplaza de canción en canción, crowd surfing que no veo venir, Stevie frente a mí, algo serio. Dos canciones y Bruce ya esta sudado, mis ojos lo siguen allá donde va cuando los suyos me encuentran y me sonríe. Hungry Heart cantada a coros, en Born to Run se acerca y yo no puedo alcanzar a tocarle, creo que se percata y adelanta su pierna derecha un poco para que yo pueda tocarla ¿creen que ahí quedó? Si han ido a uno de sus conciertos saben que no es así, luego vuelve y deja que toquemos esa bendita Fender Esquire con la que ha compuesto cientos de canciones. Luego en esta frase: “Just wrap your legs round these velvet dreams and strap your hands across my engines” –hacemos contacto visual y él hace un movimiento de cadera–. Volteo a ver a mi hermana con una cara de interrogación de “¿Eso fue para mí?” Luego en Spirit in the Night se inclina y acerca a mí, toco su mejilla izquierda y Bruce me ofrece el micrófono, no es la mejor frase que he cantado en mi vida pero Bruce ríe de buena gana y me dice: “Lo hiciste bien” muero de vergüenza al recordarlo pero según el novio de mi hermana, alguien de la banda –Stevie o Nils– dan señas de aprobación (esto sí no puedo recordarlo), seguimos con un gran momento para mí: es el turno de The Promised Land y The River, confieso que los recuerdos están mezclados y son confusos, Celim completamente conmovido, Bruce ha tomado su cartel que reza: RIP Danny and Clarence Blood Brothers, al final de la fenomenal She’s the One Bruce se acerca a Brenda y le regala una armónica (¡You’re the one querida Brenda!). En Waitin’ on a Sunny Day un señor que se encuentra cerca de mí carga en hombros a su hijo, esperando que sea el afortunado, y aunque Bruce saca a otra niña al final se acerca al chico y le regala una armónica. Una chica de Veracruz en collarín tiene oportunidad de abrazarlo y darle un beso ¡Ven hasta dónde llega el fervor y determinación de las y los admiradores de Bruce que les hace viajar a sus conciertos en condiciones precarias! Una pareja ondea su bandera de Portugal y Bruce regresa a ellos una y otra vez, también recuerdo a Sonia y Josu de Madrid quienes están justo en frente de Bruce. En Shackle and Drawn es hora de que la E Street baile, es hora de que Stevie y Bruce muevan el trasero, y en Dancing in the Dark es hora de bailar ¿cierto? Verán, nunca quise ver conciertos en youtube porque quería presenciar en carne propia cómo eran, pero sabía de la tradición de Bruce de invitar a la chica al escenario, así que cuando Dancing comienza yo pienso: <<Ya quiero ver que saque a la chica a bailar, quiero ver cómo es esta parte del show, tiene que ser alguien del lado opuesto al que estoy>> pensaba esto porque me parecía improbable que yo fuera ese alguien después de tanta interacción entre el querido Bruce y esta ordinaria persona que soy yo, pero fue una gran sorpresa verlo dirigiéndose ¿hacia mí? Bruce me ofreció su mano y caray no podía subir ¿cómo lo logró Courtney tan rápido? Como cinco personas me ayudaron a subir y por fin heme aquí en un recuerdo bastante delirante y borroso donde Bruce era todo sonrisas y yo toda nervios “’Me llamo María, justo como en las canciones” le dije (menuda cosa que la chica quiera charlar mientras él chico quiere bailar). Jake se acerca a nosotros con su sax y por fin la canción termina, Bruce me indica que haga una reverencia al público (como digo, no tengo idea de cómo se lleva a cabo este “ritual”) y alborota mi cabello mientras yo le abrazo y juro que quiero que este momento dure para siempre, es hora de dejarlo ir no sin antes plantarle un beso en la mejilla, Bruce se muestra algo sorprendido.
Tenth Avenue Freeze Out y el tributo al gran Clarence Big Man! ¡No se vayan! ¡Falta Backstreets! ¡Falta Jungleland! Max regala a alguien sus baquetas, la E Street se despide y se van uno a uno, por último Bruce se despide y lo último que veo de él es su espalda.
Lo sensacional de un concierto de Bruce y la E Street es que la fiesta no acaba ahí. Alguien que conoce mi nombre me regala la playera/remera del Born to Run. En el hotel algunos de nosotros charlamos por un rato más y luego nos despedimos. Les recuerdo a todas y a todos.


¿Otro u otros músicos que te inspiren? ¿Qué bandas o artistas mexicanos te gustan? ¿Alguno tiene alguna similitud con Bruce?

-Arcade Fire (a quien considero como una especie de E Street Band), The National, Dylan, Joni Mitchell, The Beatles, Pink Floyd, Jeff Buckley, Travis, Hozier.
Mexicanos y latinoamericanos: Caifanes, La Maldita Vecindad, Zoé, Violeta Parra y Víctor Jara, últimamente he estado escuchando a un músico duranguense llamado Lázaro Cristóbal Comala, quien me gusta con su propuesta folk y country con la que de repente me acuerdo de Bruce.


Es difícil ser un santo en la ciudad


¿Hubiera sido igual tu vida sin la música de Bruce?

-No, hay encuentros en la vida que te marcan y su música y él es uno de ellos, fue un encuentro que se tenía que dar, la buena música tiene un poder transformador y la de Bruce es una que también explora la identidad personal y colectiva.



¿Algo más que quieras decir? ¿Algún mensaje para los fans latinoamericanos?

-“Si no puedes hacerlo, mantente firme, mantente hambriento/a, mantente con vida, si puedes, y encuéntrate conmigo en un sueño de esta dura tierra”.





*Créditos fotos: 

-Bobby Jean, Días de Gloria y las que aparece la entrevistada María de Jesús Ávila

-Es difícil ser un santo en la ciudad,  Esta Dura Tierra, La Carretera del Trueno Y Carros Usados Oliver Anderson

jueves, 3 de septiembre de 2015

DIAS MEJORES

                       Por Miguel Jancich

 
En 1992 le pedí plata a mi papá por última vez. Fue para comprarme Lucky Town.

Estábamos los dos solos sentados en la F-100 y como yo ya era grande (casi 20 años) me daba vergüenza pero quería el disco asique le pedí que me diera los $12 que salía el cassette.

Hacía poco había pasado algo genial: estaba en la habitación que compartía con mi hermana escuchando la radio y de golpe aparece una voz conocida en un tema desconocido. Era un mix de Human Touch con Better Days. A los pocos segundos estaba bailando con ella por toda la habitación.

De esta época sólo tengo buenos recuerdos, Bruce estaba de vuelta después de mucho tiempo con dos nuevos discos, nueva imagen y nueva banda. En el canal de mi pueblo pasaban el video de Better days bastante seguido y yo esperaba ese momento con mucha ilusión.

El boss volvía a las revistas de rock, a los pósters y su nombre resurgía del olvido una vez mas.

Vaya si fueron días mejores!

martes, 25 de agosto de 2015

CORRER PARA ENCONTRARSE (Inspirado en Born To Run)



  Por Alexis Flores Castro
                                                                    

  "...De día nos agotábamos en las calles de un fugitivo sueño americano. Por la noche cabalgábamos a través de mansiones de gloria en coches suicidas, que emergen de las jaulas de la autopista número 9 con ruedas cromadas, combustible inyectado, y pasando más allá de la raya. Nena, esta ciudad arranca los huesos de tu espalda, es una trampa mortal, es un himno suicida. Tenemos que salir de aquí, mientras seamos jóvenes, porque los vagabundos como nosotros, nena, nacimos para correr..." (Born To Run, Bruce Springsteen).  


           
           

                       Fue como mirar atrás y no ver nada más que un reflejo sórdido de una historia que no fue. Me dije a mi mismo: ya no hay tiempo para quedarse en un invierno eterno, donde las sombras, se olvidan del paraíso.
            
          A mil trescientos pasos de mi casa estaba el sucio trabajo que me expiaba por el azar de haber nacido, a tres mil cuatrocientos vivía mi chica, y a sólo seiscientos se encontraba la estación que podía sacarme de este infierno, para siempre. Pasos que encierran un tiempo que puede cambiarlo todo, o nada

        -No es nada fácil la vida en este mundo, repetía una y mil veces mi padre, siempre tan cansado y triste, vencido por un sueño que se quedó en el camino.
        
       Hay una supuesta comodidad adquirida que, en el momento menos pensado, te termina azotando. Y puede que sea tarde cuando nos demos cuenta, y puede que ya no tengamos fuerzas para darle un rodeo a la vida, para empezar de nuevo.
  
       -¿Vos crees que podamos ganarle a nuestro destino? me preguntó Raquel, entre dudas y consternación. Mi amor -le repliqué con fuerza-, creo en el tiempo donde te abracé para siempre, donde la primavera siempre vuelve. Estoy completamente seguro de que acá estamos vencidos, condenados  por el solo hecho de no animarse. Te reconozco que no tengo claro que significa ser un ganador, pero siento que mis venas piden una tregua a esta chatura, y una decisión firme de correr en busca de lo que siempre soñamos.           

       Y no te confundas querida, correr no es escaparse, es solamente tratar de encontrarse, para besar este maravilloso regalo que Dios puso en nuestras manos.

         
       Decidimos caminar por el lado salvaje. El tren marchó cargado de ilusión. Volveré.  


domingo, 28 de junio de 2015

CARRERAS EN LA CALLE


                                                                                Por Maximiliano Rivera 

La primera vez que escuché Racing in the streets, estaba sentado con mi disc man en un banco del parque Rivadavia. Era sábado a la tarde y ahí andaba, comprando discos de Springsteen en la feria. Cuando la escuché, enseguida supe que iba a ser parte de mi vida. Los arpegios en el piano y la melodía cantada por Bruce emanaban una tristeza muy parecida a la que yo sentía en ese momento. Y aún sin saber lo que decía la letra, no podía evitar que esa melodía me traspasara.

Unos días después, entré a Zivals, ahí en Callao y Corrientes, pleno  centro de  Capital Federal, y me compré un libro que traía todas letras de Springsteen traducidas al castellano. Cuando me puse a escucharla y a seguir la letra no podía dejar de estremecerme.

Para algunos estudiosos de sus letras esta canción, al igual que el disco donde está incluida, refleja la crisis existencial que muchas veces se da en la clase obrera. Refleja las ansias de sensaciones, ese deseo de hallar el camino propio para elevarse a sí mismo, para experimentar esa mezcla de emoción y orgullo al optar por decir: “a mí no me vas a hacer caer, conmigo no”.

Como escribió alguna vez Nick Hornby en la novela ALTA FIDELIDAD, en una canción se necesitan elecciones simples, y Springsteen eso lo sabe muy bien. Sabe exponer ese contrapunto: o te vas o te quedás, o ganás o perdés, o te morís poco a poco o te bañás y te vas a correr carreras en la calle. Como si en la vida sólo pudieras rendirte o reconciliarte con el desengaño y seguir adelante. Steve J Powell  en su libro sobre Bruce escribe que en esta canción el autor hace esta distinción de manera conmovedora, porque por un lado están los tipos que simplemente “se cansan de vivir, mueren poco a poco, semana a semana”, refugiándose en el pasado porque no soportan el presente. Y por otro lado hay personas como el protagonista, que consiguen hallar ese algo que da sentido a su vida, aunque solo se trate de hacer carreras en un viejo Chevrolet.


En CARRETERA DEL TRUENO (Thunder Road), el protagonista pasa a buscar a la chica (que ya no es tan deseada como en su juventud) para invitarla a dar un paseo en su viejo auto. Y claro, todo puede suceder, y más allá de lo lindo que parezca, mientras el auto no arranque todo lo que uno desea que suceda todavía es una promesa.

En cambio en CARRERAS EN LA CALLE nos encontramos con un relato bastante crudo y realista. El auto ya arrancó, e incluso llegó a destino y te muestra lo descorazonador que puede llegar a ser. Uno se encuentra allí con una realidad que te dice que aunque le pongas todo el empeño del mundo no siempre los sueños pueden hacerse realidad. A lo sumo podrás obtener alguna ínfima porción pero nada más.

A veces me permito imaginar que quizá el personaje principal de la canción soñaba con ser un gran corredor, y al haber fracasado en el intento, le dio sentido su vida corriendo estas carreras en la calle, como los que van a correr picadas al autódromo. O los que hacen picadas clandestinas…

Y después está la otra imagen, la de la chica que logra arrebatarle a un Dandy de L. A., lo cual es un poco el triunfo del tipo pobre sobre el rico. Me permito imaginarla hermosa, radiante, objeto de deseo de muchos hombres. Esa clase de chica que sólo pueden permitirse los tipos ganadores. Y tres años después de esa conquista Bruce nos la muestra con arrugas alrededor de sus ojos, con la mirada de alguien que odia haber nacido. Además la imagen del tipo llegando a una casa a oscuras es bastante deprimente, incluso escuchamos a la chica hablar desde esa oscuridad, diciendo: hey nene ¿hoy lo hiciste bien?



Con el paso del tiempo uno va perdiendo cosas, y  creo que una de las cosas que más sufrimos es la pérdida de la belleza, y muchas veces con esa pérdida, también se nos va el encanto. Como en la canción Yegua de los Babasónicos, donde la diosa de la disco ahora es un flamenco con el ala herida.

Al menos en el final hay una pequeña imagen de victoria, uno de esos tantos triunfos efímeros que no retratará ningún fotógrafo ni cubrirá ningún periodista. Ese momento en el que el corredor sube a su chica al auto para dirigirse hacia el mar en nombre de todos los forasteros fracasados y los ángeles en sus bólidos para lavar “estos pecados de nuestras manos”. Incluso imagino a ese auto yendo a toda velocidad por una carretera vacía, con un paisaje árido a los costados, tal cual muchas veces nos lo han mostrado esas películas de fugitivos. Lo imagino llegando de noche a una playa vacía apenas iluminada por la luna…

Y más allá de que a al protagonista parece irle bien en las carreras,  cuando llega a su casa esa magia de triunfo cotidiano parece esfumarse ante la frustración que siente su chica. Y creo que es un sentimiento que se da en muchas personas (me incluyo) cuando descubrimos que ya no seremos luminarias, porque entendemos que en ese cielo no hay lugar para todos.

 Muchos renuncian a seguir explorando ese talento innato que tienen consigo y se dedican a una vida sencilla. Se atrofian y se convierten en seres comunes, personas responsables pero insípidas. Otros en cambio se van a jugar la pelota una vez por semana en alguna liga barrial, o tocan en una banda de rock en locales chicos, o escriben libros que nunca son publicados, o hacen programas de radio para unos pocos oyentes, o corren picadas en el autódromo, o brillan en las jornadas deportivas municipales, o van a leer sus poemas a encuentros literarios con micrófono abierto, o van a estudiar actuación para conseguir un papel en alguna obra de teatro under, y la lista es infinita. Es infinita la cantidad de cosas que uno puede llegar a hacer para reconciliarse con la frustración que siente y encontrarle un sentido a su vida.

Y eso de alguna manera te convierte en una especie de héroe anónimo, en una luminaria para pocos. Te convierte en parte de esos millones de personas que eligieron aceptar el desengaño, reconciliarse con lo que son, y seguir adelante.

Te convierte en esos que llegan del trabajo, se bañan, y se van a correr carreras en la calle…


miércoles, 17 de junio de 2015

EL DÍA QUE PAPPO TOCÓ CON BRUCE SPRINGSTEEN

                   


                   El 14 de septiembre de 2013 no solo será recordada como la fecha en la que Bruce Springsteen regresó a la Argentina para brindar un nuevo show. También, pero quizás en un renglón muy secundario y oculto, figure que esa misma noche, antes del recital del Boss, se incluyó como telonero al hijo de Pappo Napolitano, Luciano.
               La inclusión de un telonero en los recitales de la E Street Band, ya de por si es un hecho inédito, puesto que nunca incluyen artistas para esa tarea. Resulta muy difícil que alguien pueda secundar a Bruce. Ello fue con motivo de una ordenanza del gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires que establece la obligatoriedad de que, este tipo de espectáculos internacionales, diese espacio a los artistas locales para que actuasen en la previa.  
            Muchos quizás estén en desacuerdo, pero para mi el hijo de Pappo no estuvo a la altura de las circunstancias, casi una falta de respeto a la historia y filosofía de la banda a la que tenía el honor de preceder. Fue increíble ver como inclinaba la botella de cerveza arrojando la bebida en el sector del escenario donde se ubicaría Bruce. Se dirá que es rock y que allí no hay barreras ni barrotes a la libertad, y que el flaco se movió con el bill de indemnidad que da haber elegido ser un músico. De todas maneras, entiendo que debe haber un respeto y ubicación, eso no quita alas sino que te permite volar bien. Creo que nunca supo quien era el músico estelar de la noche.
            Pero bueno, fue muy interesante observar cómo esta propuesta ponía en contraste dos contextos bien diferentes, discordancias que en alguna medida puede redundar en algunas de las explicaciones del por qué nunca terminó de consolidarse el mundo de Bruce en nuestra cultura vernácula, más proclive a ensalzarse con artistas que expresan una mística rockera que no busca escapar de los confines del entorno -para encontrarse-, sino que se encierra en una mediocridad que ni siquiera se plantea salirse de la subcultura del barrio. 
           Así, pudimos ver un universo donde el rock te libera en las alabanzas al vino en tetra breack, el cabaret y los pibes del barrio, frente a una invitación a cuestionar un mundo hostil y lleno de promesas rotas, animarse a ir por el camino del trueno, en la impetuosa magia de la noche, sin romper las promesas de nuestra eterna juventud.

            De todas maneras, quedará en el recuerdo que, en la previa de un concierto de Bruce Springsteen, apareció el fantasma del recordado ‘Carpo’, encarnado en su hijo Luciano, que canta igual y toca la viola de maravilla. Antes de Badlands, sonaron “Blues local”, “Hombre suburbano” y “Llegará la paz”, entre otras. 
          Hace un tiempo Luciano Napolitano publicó una carta en la que reivindicaba la música de su viejo y su necesidad de reivindicarlo tocando su misma guitarra. Dijo "No estoy acostumbrado a hablar, la guitarra habla por mí, pero a partir de ahora no voy a permitir que sigan lucrando con el nombre de mi viejo, tengo el coraje Napolitano y la fuerza del Rock que me dejara el CARPO, no descansaré hasta que dejen su memoria tranquila y hasta que se cumpla su voluntad de que yo siga tocando su guitarra...se que el me acompaña en cada paso y algún día esa Negra Les Paul dejará las ilegitimas manos que hoy la apresan, para volver a sonar tocando un Blues en manos de un Napolitano...".
         Quizás, en el fondo, todas estas miradas sean muy crueles y estrictas. Seguramente, estas propuestas, tan distintas en principio, se terminan abrazando en la más pura libertad, en el mismo espíritu del rock and roll, originado tanto en el barrio de La Paternal como en el de Freehold. 
       Seguramente Pappo fue muy feliz viendo desde el cielo cómo su hijo Luciano tocaba antes del gran Bruce Springsteen. 


                                                               Johnnyland

*Publicado originalmente en Greetings, La revista de Bruce en Latinoamerica, edición 0, 2014.  

lunes, 8 de junio de 2015

LOS 41 DISPAROS QUE QUISIERON BOICOTEARSE

   

    Corría el año 2000, y Bruce se jugaba una nueva cruzada contra la barbarie consustancial a este mundo, trajeada  esta vez por la violencia policial que se llevaba la vida de un inocente. Fue así que, frente al asesinato en 1999 de un inmigrante de Guinea, Amadou Diallo, a manos de la policía de Nueva York, Bruce compuso American Skin (41 Shots), canción que despertó la empatía de muchos, trayendo también aparejada reacciones muy críticas, fomentadas por aquellos sectores conservadores más proclives a encorsetarse en la defensa de intereses corporativos ligados a la denominada seguridad ciudadana.
       
   Fue así que un 8 de de junio del 2000, cuatro días antes del inicio de los históricos 10 conciertos en el Madison Square Garden -y cuatro días después del estreno de la canción en Atlanta- distintas personalidades y asociaciones de Nueva York se lanzaron contra Bruce calificándolo de manera muy dura, incluso con insultos a su persona, tildándolo en muchos casos de oportunista,  llamándose concretamente a boicotear su espectáculo.

     A pesar de toda esa resistencia, Bruce, lejos de arrugar, tocó American Skin (41 Shots) en los 10 de los conciertos que dio en el Madison Square Garden, siendo abucheado por gran parte del público presente.





     Esta canción ya es un emblema frente a asesinatos de estas características. El 23 de marzo de 2012, en Tampa, Bruce la tocó con motivo del asesinato cometido contra el adolecente de raza negra Trayvon Martin por parte el integrante de una patrulla de vigilancia George Zimmerman en Florida. Tras la absolución de Zimmerman en julio de 2013, Bruce le dedicó la canción a Martin en un show en Limerick, Irlanda. El 14 de setiembre del mismo año, el Boss la interpretó en Buenos Aires, en el estadio de GEBA.