miércoles, 17 de junio de 2015

EL DÍA QUE PAPPO TOCÓ CON BRUCE SPRINGSTEEN

                   


                   El 14 de septiembre de 2013 no solo será recordada como la fecha en la que Bruce Springsteen regresó a la Argentina para brindar un nuevo show. También, pero quizás en un renglón muy secundario y oculto, figure que esa misma noche, antes del recital del Boss, se incluyó como telonero al hijo de Pappo Napolitano, Luciano.
               La inclusión de un telonero en los recitales de la E Street Band, ya de por si es un hecho inédito, puesto que nunca incluyen artistas para esa tarea. Resulta muy difícil que alguien pueda secundar a Bruce. Ello fue con motivo de una ordenanza del gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires que establece la obligatoriedad de que, este tipo de espectáculos internacionales, diese espacio a los artistas locales para que actuasen en la previa.  
            Muchos quizás estén en desacuerdo, pero para mi el hijo de Pappo no estuvo a la altura de las circunstancias, casi una falta de respeto a la historia y filosofía de la banda a la que tenía el honor de preceder. Fue increíble ver como inclinaba la botella de cerveza arrojando la bebida en el sector del escenario donde se ubicaría Bruce. Se dirá que es rock y que allí no hay barreras ni barrotes a la libertad, y que el flaco se movió con el bill de indemnidad que da haber elegido ser un músico. De todas maneras, entiendo que debe haber un respeto y ubicación, eso no quita alas sino que te permite volar bien. Creo que nunca supo quien era el músico estelar de la noche.
            Pero bueno, fue muy interesante observar cómo esta propuesta ponía en contraste dos contextos bien diferentes, discordancias que en alguna medida puede redundar en algunas de las explicaciones del por qué nunca terminó de consolidarse el mundo de Bruce en nuestra cultura vernácula, más proclive a ensalzarse con artistas que expresan una mística rockera que no busca escapar de los confines del entorno -para encontrarse-, sino que se encierra en una mediocridad que ni siquiera se plantea salirse de la subcultura del barrio. 
           Así, pudimos ver un universo donde el rock te libera en las alabanzas al vino en tetra breack, el cabaret y los pibes del barrio, frente a una invitación a cuestionar un mundo hostil y lleno de promesas rotas, animarse a ir por el camino del trueno, en la impetuosa magia de la noche, sin romper las promesas de nuestra eterna juventud.

            De todas maneras, quedará en el recuerdo que, en la previa de un concierto de Bruce Springsteen, apareció el fantasma del recordado ‘Carpo’, encarnado en su hijo Luciano, que canta igual y toca la viola de maravilla. Antes de Badlands, sonaron “Blues local”, “Hombre suburbano” y “Llegará la paz”, entre otras. 
          Hace un tiempo Luciano Napolitano publicó una carta en la que reivindicaba la música de su viejo y su necesidad de reivindicarlo tocando su misma guitarra. Dijo "No estoy acostumbrado a hablar, la guitarra habla por mí, pero a partir de ahora no voy a permitir que sigan lucrando con el nombre de mi viejo, tengo el coraje Napolitano y la fuerza del Rock que me dejara el CARPO, no descansaré hasta que dejen su memoria tranquila y hasta que se cumpla su voluntad de que yo siga tocando su guitarra...se que el me acompaña en cada paso y algún día esa Negra Les Paul dejará las ilegitimas manos que hoy la apresan, para volver a sonar tocando un Blues en manos de un Napolitano...".
         Quizás, en el fondo, todas estas miradas sean muy crueles y estrictas. Seguramente, estas propuestas, tan distintas en principio, se terminan abrazando en la más pura libertad, en el mismo espíritu del rock and roll, originado tanto en el barrio de La Paternal como en el de Freehold. 
       Seguramente Pappo fue muy feliz viendo desde el cielo cómo su hijo Luciano tocaba antes del gran Bruce Springsteen. 


                                                               Johnnyland

*Publicado originalmente en Greetings, La revista de Bruce en Latinoamerica, edición 0, 2014.  

1 comentario:

  1. "nuestra cultura vernácula, más proclive a ensalzarse con artistas que expresan una mística rockera que no busca escapar de los confines del entorno -para encontrarse-, sino que se encierra en una mediocridad que ni siquiera se plantea salirse de la subcultura del barrio. " me pareció excelente ese párrafo! Así y todo, ese día, mas allá de que el flaco estaba en pedo mal, y demas boludeces que no se condicen para nada con la clase de publico que seguimos a Bruce, el tipo dio un muy buen set, tocó a la altura de lo que fue su padre, y por un rato nos hizo olvidar del tremendo frío que hacía!! Pero bueno, si me decís a quien pondría de soporte... no encuentro a nadie. Debe haber, pero no a simple vista

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