El
nuevo disco de Bruce Springsteen «Western Stars» trajo muchas sorpresas. Es una
propuesta musical que, sin perder ciertas esencias, modela una versión fina y
sutil que se mezcla con armonías y arreglos que distan en gran medida de todo
lo producido por Bruce con anterioridad.
Son canciones desde un desierto que espera un camino, rutas y millas para
recorrer, almas en pena que se unen en un sentimiento.
Y en esos caminos apareció un violín
lleno de matices y expresiones, que le aporta una sensibilidad muy especial.
Nacido en tierras mexicanas, vino influenciado por las más bastas expresiones
clásicas y latinoamericanas. Ese sentimiento de violín se acomodó perfecto en
la inspiración de Bruce, en su voz que buscaba otras complicidades, dándole
vuelos ciertamente inesperados.
Luis Villalobos, un músico, arreglista y
compositor mexicano, nacido en Veracruz, es quien llevó las riendas de ese
violín, es quien figura como músico en los créditos de «Western Stars», es
quien tiene el privilegio de ser el primer músico latinoamericano en participar
en un disco de estudio de Bruce Springsteen.
En febrero del 2013 el colombiano Juanes
fue la voz latina en el homenaje a Springsteen en el evento que organizó MusiCares
en el mítico teatro Apollo de Nueva York: cantó para la ocasión Hungry Heart, bajo
la mirada de Bruce y su familia como espectadores. El chileno Víctor Jara, el
brasileño Raúl Seixas y el argentino León Gieco fueron versionados por Bruce
cuando éste vino a Sudamérica en 2013 con la «Wrecking Ball Tour». Incluso el
mismo León junto a Charly García y los Inti-Illimani compartieron escenario con
Bruce en el cierre de la gira de Amnistía Internacional en 1988. No
podemos dejar de mencionar al cubano Pedrito Martínez quien hizo la percusión
en lo que fue la interpretación de Bruce Springsteen en la canción «Linda
Paloma», en el tributo a Jackson Brown, Looking Into You (A Tribute To Jackson
Browne) en 2014.
Pero lo cierto es que, el mexicano Luis
Villalobos, es el primer músico de Latinoamérica que estuvo trabajando con
Bruce y su equipo para un disco de estudio, figurando en los créditos por su
aporte en dos de las mejores canciones del disco, Stones y Drive Fast (The Stuntman).
Lo contactamos desde Greetings para ver si quería tener una
charla con nosotros y poder así compartir esa enorme experiencia que tuvo. Muy amablemente nos hizo un lugar en su agenda, que lo tiene tocando por distintos estados de USA, y charlamos largamente cuando Luis ya estaba en su casa en Nueva
York, donde reside hace muchos años y desde donde se está abriendo camino junto
a sus hermanos Ernesto y Alberto en lo que se denomina The Villalobos Brothers,
un proyecto muy original y en pleno desarrollo, que acaba de publicar su
segundo álbum de estudio Somos.
Aquí, para todo el mundo Bruce en
Latinoamérica y en el mundo, compartimos esta extensa y variada conversación
que mantuvimos con él.
-Hola Luis, muchísimas gracias por
permitirnos estos minutos para dialogar. Greetings es un espacio
latinoamericano que tiene como proyecto difundir y contextualizar la música de
Bruce Springsteen desde este lado del mundo, por eso esta conversación con vos
tiene un valor muy especial para nosotros y para todos nuestros seguidores en
Latinoamérica.
Ante todo, para empezar, me interesaría saber dónde fue que nació tu pasión por la música, cómo fueron esos primeros
pasos y tu formación musical posterior.
LV:
Hola Juan, ante todo es un gusto para mi poder llegar a este público de
Argentina y Latinoamérica, y poder compartir mi experiencia como músico
mexicano que se está abriendo camino en Estados Unidos, y claro, lo que fue mi
inolvidable experiencia de haber participado en un disco de Bruce Springsteen. Bueno, en cuanto a tu pregunta, yo soy
violinista desde una edad muy temprana, a los tres o cuatro años comencé con el
violín. Recuerdo que mi mamá tenía un interés muy ferviente para que mis
hermanos y yo fuéramos expuestos a todo tipo de estímulos, recuerdo haber
tomado clases de teatro, de pintura, de baile, de escultura y de música, fue
una de esas cosas que estábamos probando. A eso se sumó algo fundamental para
mi vida y la de mis hermanos, mi mamá encontró un muy buen pedagogo que se
convirtió como en nuestro padre musical, Carlos Marrufo, también un músico
mexicano, violinista de muchos años que venía de tener un extensa experiencia
en Europa y de haber estudiado violín clásico y haber trabajado en la ópera de
Viena durante mucho años, y cuando él se muda de regreso a México, coincide con
que mis hermanos y yo somos muy jóvenes ,que mi mamá estaba buscando un maestro
de violín , así que con él comenzamos y se convirtió en nuestro padre musical,
nos guió desde los tres años hasta los veinte que yo terminé mi carrera, mi
licenciatura como violinista de la Universidad de Veracruz. Él tenía la visión
de exigirnos más, de que hiciéramos una carrera en el extranjero como
violinistas. Así que gracias al apoyo de mis padres y la guía de Marrufo, fue
que pude obtener una beca para estudiar en Alemania, hacer la audición y quedar
aceptado en la Universidad de Freiburg, en el sur de Alemania, donde hice mi
maestría en violín clásico.
- ¿Y
actualmente qué estás haciendo?
LV: Bueno, actualmente, acabo de regresar, de pasar un año en Valencia, España, donde decidí estudiar
una segunda maestría en Berklee College of Music, esta vez en producción musical
y en violín estilo jazz. Fue un año y a través de una beca que lo hizo posible.
Antes de esa maestría había estado más de una década residiendo en Nueva York y
haciendo música original con mis hermanos, con nuestro proyecto que es
Villalobos Brothers, los tres hermanos somos músicos, violinistas y
cantautores. Y una vez que los tres terminamos nuestros primeros estudios de
maestría, teníamos esta sed de ser creadores, no solamente intérpretes, y así fue
que decidimos mudarnos a Nueva York y comenzar nuestro propio proyecto.
Teníamos la posibilidad de seguir estudiando, hacer algún doctorado, entrar en
alguna orquesta sinfónica, enseñar en alguna universidad, pero lo que nos
apasionaba era crear y encontrar nuestra propia voz. Fue así que decidimos
fundar Los Hermanos Villalobos o Villalobos Brothers y comenzar el camino
cuesta arriba que implica el abrirse campo en una ciudad como Nueva York, sobre
todo cuando estas impulsando música original, no estás haciendo covers ni algo en
algún género ya establecido. Entonces nos fuimos para Nueva York, y nos han
pasado grandes cosas, como tocar en el Carnegie Hall, tocar en la entrega de
los premios especiales en los Grammys Latinos en 2006, y así paso a paso fuimos
abriendo cada vez más puertas, hasta que hace algunos años firmamos un contrato
con una agencia SRO, con los que estamos de Tour, en el que ya cubrimos
alrededor de treinta y tres estados de Estados Unidos y también Canadá. Y ahora
que regresé de ese año en España estamos con muchísimos planes, tal como la
preparación del Tour de nuestro segundo álbum con Villalobos Brothers, Somos.
- ¿Solamente
violín tocas o también otros instrumentos?
LV: También
me gusta mucho tocar la guitarra, es mi instrumento de composición principal. También
toco piano básico, el bajo eléctrico también a un nivel básico. Y también toco
la Jarana de la Cruz que es típica de nuestro estado Veracruz en México, es como una pequeña guitarra con una cuerdas dobles. Pero mis principales
instrumentos son sin dudas el violín, y después la guitarra.
- Y
ahora sí, la pregunta que todos estamos esperando: ¿Cómo fue que llegaste a
participar en Western Stars el último disco de Bruce Springsteen? ¿Quién te
hizo la propuesta? ¿Por alguna razón especial te seleccionaron?
LV: Lo
de la participación en el disco de Bruce fue una combinación de muchos factores y
elementos que se fueron dando. Ahí están todos mis años de haber vivido en
Nueva York, haber conocido muchas personas del circuito musical de allí, y
también de providencia y buena suerte. A mí me llamó un amigo que es un
especialista de música mexicana y a su vez a él le había hablado alguien más.
Mi amigo me habló diciéndome que del entorno de Bruce estaban buscando un
violinista que fuera mexicano que le pudiera dar a las canciones un toque
mexicano, pero que también leyera música. Y yo estaba reuniendo todos esos requisitos. Esta fue la primera vez que fui, fui
acompañado de una banda de músicos mexicanos. Fue así que llegamos al rancho de
Bruce en Nueva Jersey, la primera vez nos recibió su ingeniero Ron Aniello, quien
ya tenía un poco de música preparada, y la propuesta era un ensamble bastante grande, yo
estaba tocando el violín, pero también había guitarras, trompetas, y también cantantes. Fue una sesión como de una media hora, y al terminar la
sesión, ya nos estábamos despidiendo de Ron Aniello, y él me habló como en
privado y me dijo “Luis, te vamos a volver a llamar para que hagas un nuevo
trabajo”, se ve que del grupo le gustó la participación del violín.
-Para
qué proyecto fue ese primer llamado, ¿pudo haber sido para lo que fue la
interpretación de Bruce en Linda Paloma en el homenaje a Jackson Brown? , una
canción muy mexicana que, por cierto, pueden encontrarse muchos puntos de
contacto con Drive Fast, una de las canciones de Western Stars en la que
participás.
LV: Eso no lo se, como te decía fueron unas sesiones de grabación con otros músicos mexicanos, hicimos un gran ensamble con unas ideas que tenía Ron y que nos indicó que siguiéramos. Y bueno, como te decía, no se si fue mi estilo, mi forma de tocar, o alguna cosa en particular, que hizo que aparte me dijeran que me iban a volver a llamar, y así fue por suerte. De todas maneras, también te aclaro que todas las veces que fui la propuesta era solo para tocar algunas cosas que ya tenían preparadas, pero no me decían si era para tal o cual disco, eso quedaba, como me hizo saber Ron, a la pura y exclusiva decisión de Bruce.
-Y
las otras participaciones cómo fueron. ¿Dónde fueron las sesiones de grabación que terminaron en Western Stars?
¿Quiénes estaban, estaba Bruce presente, tuviste trato con él? ¿Cómo fue
esa experiencia?
LV: La
siguiente vez, me hablaron solamente a mí, y bueno así es como sucedió lo de
Western Stars, después de ese llamado volví a ir al rancho de Bruce como unas
tres veces, y la segunda y tercera vez sí estuvo Bruce presente!!!. Todo esto
sucedió en su rancho de Nueva Jersey en Colts Neck, donde tiene un lugar con un
estilo precioso, está hecho todo de madera, de un lado tiene autos clásicos y
del otro puras motocicletas clásicas, y en la nave del medio todo el estudio,
con la consola, cincuenta guitarras, bajos, todos los instrumentos y micrófonos
que te puedas imaginar. Estaban presentes sus ingenieros de grabación, su
productor Ron Aniello y Bruce, que siempre y en todo momento fue muy amable,
muy sencillo, muy fácil de tratar, y fue una interacción bien bonita, porque él
venía con ideas musicales en la cabeza y te las canta, y sobre todo sentí que
lo que más le gustó es que yo tomara esas ideas al vuelo en mi violín, y las
desarrollara. Recuerdo que tenían una partitura sencilla para los textos de los
temas que grabé, y grabé esas líneas tal como estaban escritas. Después Bruce
vino y me dijo “Bueno, ahora haz unas tomas haciendo lo que tú quieras, toma
toda la libertad de hacerlo”, y si no me equivoco, creo estar seguro de ello,
es que de una de esas partes realizadas con la libertad tal como me pidió
Bruce, es la que quedó ahí en Stones, en ese solo del final. Bruce, puede
decirse como decimos nosotros en México, es un verdadero tipazo!!!.
- ¿Conocías
la obra de Bruce Springsteen cuando te convocaron?
LV: Con
toda sinceridad y aunque me dé un poco de pena admitirlo, realmente no la
conocía en su integridad y profundidad. Yo crecí mucho en México, mi ámbito hasta los veinte años fue el de la
música clásica y un poco el de la Trova, tengo una fuerte influencia de la Trova.
No obstante, por supuesto tenía presente su nombre, que es un ícono para la
música, pero no podría decir que estaba familiarizado con su obra antes de
interactuar con él en Western Stars.
-Participaste
en dos canciones «Drive Fast (The Stuntman)» escuchar aquí y «Stones» escuchar aquí. ¿Qué te parecieron
esas canciones, el estilo y la propuesta? ¿Western Stars lo escuchaste todo?, ¿qué te
pareció, como ves los arreglos que tiene?
LV: Bueno
a mí el disco en general me gusta mucho, me parece muy bien logrado, y entre
las dos canciones que yo grabé, me quedo definitivamente con Stones, porque es
una canción completa, no puede estar de mejor forma. El violín ahí como
protagonista en el final, toda esa energía que se va construyendo allí a medida
que aparece, cómo se va acumulando en la canción. En esa parte de violín, ahí me
regaló Bruce -y también Ron- un momento único que se los agradezco infinitamente. El estilo del
disco me gusta mucho, sabía yo por Ron que, yo lo estuve llamando, después de
un año y medio de la grabación, yo le decía qué pasa que no sale nada, qué va a
suceder con las sesiones de grabación que tuvimos, ¿se va a convertir en un
álbum o no?, ante eso Ron no me podía decir nada y no me dijo nada, pero sabía
yo que él me había dicho algo así como “mira, es que Bruce si es que hace algo
con la música, si hace un álbum, tiene que estar totalmente seguro de que el
álbum cuenta una historia, de que todas las canciones tienen un mismo carácter,
que es un todo coherente musicalmente”, y me parece que todo ese tiempo que se
tomó estuvo muy bien tomado, creo que el álbum funciona como un todo compacto, creo que
las historias y los personajes que aparecen tienen coherencia en el texto y en
la música, realmente me gusta mucho como quedó el disco. Y sin dudas Stones es
mi favorita.
-Te
parece que por alguna razón especial te eligieron para esas canciones, justo
son dos canciones que se destacan del resto, por aperturas musicales que rompen
un poco ciertos registros clásicos en Bruce.
LV: Mira
no sé si fue una coincidencia a o no, pero sí sé que Ron Aniello, que fue el
productor del disco, él me escuchó en aquella grabación que te conté con los
otros músicos mexicanos, y, como te contaba, él me dijo que me iban a llamar por
privado para trabajar más adelante como ya te comenté. Y no se bien qué vieron
en mí, por ahí mi forma de tocar, que eso de alguna manera les cerraba para los
proyectos de algunas de las canciones, que era apropiado para las dos canciones
en las que participé. Yo en ambas, esto pasó hace ya más de dos años, no
recuerdo exactamente todo lo que pasó en las sesiones de grabación, pero si
recuerdo que hicimos las tomas de leer el material, recuerdo que lo que estaba
escrito era bastante sencillo en cuanto a cómo estaba anotado, y recuerdo que
hice varias tomas dándole un toque más libre, de improvisación sobre las líneas
que ya estaba ahí marcadas. Asi es que quizás sea esa contribución, y que la misma haya transmitido un poco de
mi escuela clásica, de mi fusión en otros estilos en Nueva York, de mi cultura
mexicana. Por eso me da un enorme gusto y placer que pueda percibirse, sentirse, que todas esas influencias hayan podido transmitir de alguna forma otro color y un toque
distinto a las canciones de Bruce en las que participé.
-Escribí
una nota sobre Stones hace unos días, donde aludía a cierta apertura musical
que tiene la canción justo cuando comienza tu intervención (Stones, la canción que pide un bandoneón). Tuve la inmediata
sensación de que tu violín y tu estilo le dan un vuelo inédito a la música de
Bruce. ¿Te pidieron algo en particular o vos propusiste esa intervención y la
fueron puliendo luego?
LV: Si, esto como te mencionaba, al principio había una línea como bastante básica,
este porque Bruce un poquito lo que hace es cantar, él dice algo así como “yo
estoy pensando esto y esto” y te lo canta, y en algunas de las interacciones
primeras que tuvimos siento que esa fue una dinámica que a él le gusto, que yo
pudiera agarrar con mi violín las frases que él pudiera estar cantando, y él
decía “sí es esto lo que estaba buscando!, eso es lo que quiero!”, pero siempre
con mucha libertad. Y para algunas otras sesiones, llegué y Ron tenía algo
escrito y si, se hicieron tomas tocando exactamente lo que estaba en la parte,
pero para cada sección y para cada parte también hice varias tomas donde me decían
“no, ahora con esa misma idea abrite y toca lo tuyo con libertad”, esto me lo dijo Bruce varias veces. Y estoy muy
seguro de que lo que quedó en Stones por ejemplo, en la parte final, fue mi
toma personal en la melodía que estaba escrita.
-En
esa misma nota aludía a cierta apertura musical que se abre con tu violín con
el tango argentino, hay algo que hace sentir un ritmo que hace acordar al tango
y algo que llama a un bandoneón para dialogar con tu violín, como el de
Piazzola. ¿Como ves eso? ¿Sabes de Piazzola y el Tango?
LV: Jajaja,
esto no lo vas a creer, pero Piazzola es uno de mis músicos, de mis
compositores favoritos, y junto con la Trova fue una de las primeras
influencias de otra música que tuve, que no fuera de la música clásica con la
que me formé. Una de las primeras obras que yo conocí de Piazzola fue
estudiando todavía la licenciatura en México, toqué toda la Suite de la Historia
del Tango que está toda escrita para flauta y guitarra, pero yo la toqué en
violín y guitarra, y después de conocerla me quedé muy prendido de Piazzola y
del tango en general, y desde entonces es un estilo que disfruto mucho y él se
me hace un tremendo innovador como músico y como compositor, del que respeto
mucho y disfruto mucho de su música. Así que Piazzola definitivamente tiene una
influencia muy fuerte en mí, y no fue para nada consciente cuando toqué mi
violín para Stones que yo me dijera “bueno ahora voy a poner algo de mis
influencias de Piazzola o un toque de tango”, pero sí es algo que yo llevo,
algo que yo ya conocía de mis trece años, y que lo vivo como música muy
pasional que me influye mucho y con lo que me siento muy identificado, entonces
sí, si algo de eso se traduce o se percibe en mi interpretación de Stones es
algo que me da mucha alegría, qué bueno que eso suceda!!!.
-En
tu reciente álbum Somos con Villalobos Brothers pueden percibirse muchos
sonidos y ritmos, muchos típicos de tu México, pero también puede escucharse
jazz y también puede percibirse algo de tango y de folclore de Argentina al
estilo que del que hace León Gieco, hasta candombes uruguayos que hacen acordar
a Jaime Ross ¿esto puede ser así? ¿Cuáles son sus influencias musicales?
LV: Sí,
estoy seguro que todo eso que estás escuchando está retratado en nuestro álbum
de «Somos», y parte de la razón es que somos tres hermanos muy creativos, los
tres tenemos el mismo tronco común, la misma raíz de tener el mismo maestro
desde los cuatro a los veinte años y nos graduamos en la misma Universidad con
el mismo maestro, pero después de eso cada uno salió a distintas partes del
mundo, yo soy el menor de tres hermanos, el mayor Ernesto se fue a hacer su
maestría aquí en Nueva York, en Manhattan School Music, el del medio se fue
para Bélgica y estudió en el conservatorio de
Bruselas y yo salí para Alemania e hice
mi maestría en violín en Friburgo con Nicolás Chumachenco, que por cierto él
vivió muchos años en Argentina, él fue un alumno de Jascha Heifetz que fue uno de los mejores violinistas
de la historia, y yo sabía que quería estudiar con él y tuve la fortuna de ser
parte de su estudio. Pero más que nada los tres hermanos compartimos la
creatividad, y creo que nunca hubiésemos estado satisfechos con ser solamente
intérpretes, queríamos encontrar nuestra voz y no nos gustan las etiquetas, que
hacemos este género de música o tal otro, sino es un poquito como Galeano decía, cuando a él le preguntaron, “maestro
usted ha escrito poesía, ensayo, cuento, novela, qué tipo de escritura hace”, y
él contestó en ese momento de la entrevista que, “bueno, yo escribo, soy
escritor”. Y yo comparto esa visión, creo que se hacen compartimientos de
etiquetas de la música y tiene mucho que ver con cómo venderla, cómo
encajonarla, y nosotros somos músicos, somos creadores simplemente y nos gusta
viajar, conocer, absorber culturas, absorber experiencias y después reflejarlas
en la música, y siento que es un viaje interminable, y como los tres
componemos, y los tres hemos tenido experiencias muy diversas, entonces sí
claro, las composiciones de los tres en el producto que es el álbum de «Somos»
encuentras influencias muy diversas. A pesar de eso siento que lo que le da
coherencia a nuestro sonido es que siempre somos los tres hermanos, los tres
violines, las tres voces y diversidad viene de nuestras vivencias personales.
-También
puede percibirse en «Somos» toda una crítica al Poder posicionados desde un
igualitarismo, desde los excluidos, de los que padecen la injusticia. ¿Cómo
nace esa apertura o posicionamiento en ustedes?
LV: Si
así es, este mensaje es muy importante para nosotros, creemos firmemente que el
artista es eso precisamente, un artista, no es como se dice acá en Estados
Unidos un «entertainment», creemos que tendría que haber una diferenciación más
clara en nuestra sociedad entre el entretenimiento y el arte, porque para mí y
para mis hermanos el arte implica una responsabilidad social e implica el amor
al prójimo y al entorno, y la preocupación auténtica porque lo que tu estés
creando se relacione directamente con el bienestar común, entonces el
entretenimiento que no esté dirigido a esa misión más alta se nos presenta
demasiado seguido como arte, todo el mundo en Latinoamérica es un artista, la
gente que sale en televisión así como los verdaderos artistas, y no se da esta
diferenciación que para nosotros es muy importante. Y nosotros lo último que
estamos persiguiendo es la fama o el dinero, estamos en esto porque es lo que amamos
hacer y porque la música que escribimos nos parece importante y nos recompensa
humanamente, al final del día nos sentimos satisfechos con lo que estamos
haciendo. Entonces sí, muchas de las canciones nacen de una urgencia de
comunicar algo que hemos visto, algo que hemos vivido, algo que nos parece que
necesita la atención del público, y por supuesto también tenemos temas más
ligeros que apuntan a otros costados del ser humano. Creo que en la medida que
sigamos creciendo como grupo esta tendencia a tocar temas de la dura realidad
va a ser acentuada.
-A
propósito, no puedo dejarte de preguntar por una de esas canciones Hombres de Arcilla, muy impactante y emocionante, que habla desde el dolor de los
desaparecidos. ¿Esa canción está relacionada con la desaparición de los
estudiantes de Ayotzinapa?
LV:
Pues si Juan, la composición Hombres de Arcilla está dedicada a los cuarenta y
tres muchachos, a los cuarenta y tres estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa
en Guerrero. La composición original es de mi hermano del medio, Alberto. La
canción toca temas del Estado, la corrupción, la impunidad, y está dedicada a
esos muchachos.
-Teniendo
presente que Bruce es un artista con sensibilidad social que suele juntarse con
artistas afines a ese posicionamiento -como Tom Morello por ejemplo-, ¿crees
que pudo tener en cuenta esto para tu elección para participar en Western
Stars?
LV:
Uh, me gustaría realmente responderte que sí, mucho me gustaría decir eso Juan
Martín. Desafortunadamente no creo que Bruce, al menos conscientemente, haya
sabido al menos de mis valores como persona, como artista, de mi sensibilidad
social. Pero quizás las energías similares y las conciencias similares tienen
una forma más allá de lo consciente, y por alguno de esos misterios de la vida esos
parecidos o sentimiento común se terminan juntando, como me pasó con Bruce, al
menos me gustaría pensar eso, y quiero pensar que esto es así.
-En
esa línea, Bruce cuando estuvo en Argentina versionó «Sólo le pido a Dios» de León
Gieco, en Chile «Manifiesto» de Víctor Jara, y en Brasil «Sociedad Alternativa»
de Raúl Seixas. ¿Lo ves a Bruce Springsteen como un artista en ese nivel de
compromiso social, asimilable a nuestros artistas latinoamericanos en lo que es
la llamada música de protesta social? ¿Algún músico de México que pueda
compararse también?
LV: Si
por supuesto, lo veo el trabajo de Bruce, toda su trayectoria, sus valores como
persona y su clara identificación con la clase obrera de Estados Unidos,
comparable por su supuesto con todos esos artistas que mencionaste en tu
pregunta, con Gieco, con Jara, con Seixas. En México, tristemente no encuentro
una voz que podamos parangonar con la de Bruce, al menos en esa escala, una voz
como la de Bruce hace mucha falta en México, es una voz que nos hace mucha
falta. México ha sido la cuna del espectáculo, pero hace falta que también sea
la cuna del arte y que vuelva a ser la cuna de una revolución espiritual y
artística. Y eso es un poco de lo que estamos intentando hacer con mis hermanos
- ¿Colaboraste
con León Gieco? ¿Cómo fue eso?
LV: No
exactamente, no fue una colaboración, sino que en el año 2006 León Gieco fue
premiado junto con otros músicos latinoamericanos, se les entregó el Grammy
Latino por su trayectoria, unos premios especiales que se
entregan el día antes de la ceremonia televisada de los Grammy latinos. En el
año 2006 se hizo una ceremonia más privada el día anterior en el último piso
del Rockefeller Center aquí en Nueva York, en un espacio muy bonito que se llama
Rainbow Room y ahí se le dio el premio a León por su trayectoria. En esa
ocasión nosotros tuvimos la oportunidad de ser el grupo encargado de
musicalizar esa velada completa, entonces lo que hicimos fue arreglar la música
de todos los ganadores, hacíamos una tanda de las canciones más conocidas de
los premiados antes que se les entregara el Grammy, y entre esas hicimos de León, yo
hice los arreglos de Sólo le pido a Dios, la gran canción de León Gieco, a
quien pudimos conocer y hablar con él en esa velada, fue todo un gusto hablar
con él, nos dijo que le había gustado mucho lo que hicimos con la canción.
- ¿Cómo
es la vida de un músico mexicano en el mundo, como es su lucha, es difícil
abrirse caminos?
LV: Creo
que depende mucho del rol que tú quieras tomar como músico, como te decía a mí
no me satisface a nivel personal y espiritual ser solamente un intérprete, no
obstante que respeto a los grandes intérpretes de la música, pero a mí lo que me satisface es
crear, encontrar la forma de contribuir con algo que no haya estado antes.
-¿Tal
como hiciste en Stones no?, donde aportaste algo nunca visto en la música de
Bruce, justo en la parte donde él te pidió que te manejes con libertad,
maravilloso!!!
LV:
Claro!, exactamente, fue justo la parte más creativa, menos impuesta, donde
Bruce me pidió que ponga de lo mío con libertad, y eso fue lo que quedó. Se
trata siempre de encontrar la voz de uno y de los menajes y causas que son
importantes para uno. Mi admiración siempre ha estado en las personas, en los
compositores que han creado música hace muchísimos años y que en el curso de la
historia siguen siendo interpretados y recreados, entonces hay muchos niveles y
formas de ejercer como músicos.
Volviendo a la otra parte de la pregunta, en
cuanto a las dificultades para abrirse caminos, aquí en Nueva York cuando estás
intentando abrir el camino con un género o propuesta que no entra con lo
establecido, cuando no estás tocando covers, en la música tradicional ya
conocida, insertarse es mucho más difícil, nos tomó muchos años y mucho
sacrificio poder hacerlo y lo seguimos haciendo, es una misión que tenemos
porque es en definitiva lo que amamos y eso supone soportar cualquier carga.
Por eso espero que lo que estamos haciendo contribuya a romper clichés acerca
de los mexicanos en el exterior, acerca de los que es y debe ser el arte y la
música.
- ¿Fue
positiva la experiencia de haber tocado con Bruce Springsteen en Western Stars?
¿Cual es tu balance?
LV: Claro
fue una experiencia increíble, algo de lo que siempre me voy a acordar, fue
todo muy grato y divertido, el ingeniero de Bruce, Ron Aniello y todo su equipo
son personas maravillosas, Bruce fue una persona muy sencilla y muy amable y
trabajar en su rancho, en un estudio de las características de las que te hablé,
no es algo que te vaya a pasar todos los días, por eso me siento muy afortunado.
Así que, después de dos años de esa colaboración que tuve con él, poder verlo
reflejado en Western Stars es algo increíble para mí, en lo personal y en mi
carrera.
-Por último
¿Planes futuros? ¿Te gustaría tocar con Bruce en vivo en un concierto?
LV: Por
supuesto que me encantaría tocar con él en vivo, sería un gran honor. Me parece
que por ahora no hay planes de gira con este álbum, pero poder estar en el
radar de Bruce y de Ron para poder grabar más con ellos, eso me encantaría. En
cuanto a los planes futuros, nosotros como Villalobos Brothers acabamos de
sacar nuestro disco «Somos», estamos de gira en noviembre y en 2020 por la costa
oeste de Estados Unidos. Además, tenemos nuestros proyectos sinfónicos con la
orquesta de San Francisco con nuestras composiciones originales para ser
tocadas por orquestas sinfónicas y este es un formato que queremos llevar a
todo el mundo.
-Muchas
gracias Luis por todo tu tiempo y dedicación para esto, en nombre mío y de toda
la comunidad latinoamericana de Bruce Springsteen, millones de gracias!!!
LV: Muchas gracias a ti Juan Marín, mando un gran saludo para todos los argentinos y seguidores de Bruce en toda Latinoamérica!!!
Para escuchar las canciones y artistas mencionados en la entrevista preparamos este PLAY LIST